Si sospecha que su hijo
o su hija ha sido objeto de abuso sexual, es importante que no se enfade
con su hijo. Debe evitar que su hijo sienta que ha hecho algo mal.
Evite interrogar al niño. Puede preguntarle qué ha sucedido, cuándo
y con quién, pero no le pregunte por qué ha sucedido. Trate de no disgustarse
delante del niño. Los niños pueden sentirse fácilmente culpables y ocultar
información.
Trate de no anticipar conclusiones basadas en información
escasa o poco clara. Tranquilice a su hijo diciéndole que tomará medidas,
y póngase en contacto con alguien que pudiera ayudarle, como un psicólogo,
un especialista en cuidados infantiles, un médico, un trabajador social,
la policía.
El Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia
(116 111) es un servicio gratuito atendido por profesionales cualificados
que puedan prestar una importante ayuda y orientación tanto a niños,
niñas y adolescentes como a los padres, madres, familias, educadores
y en general cualquier adulto directa o indirectamente relacionado con
la infancia. Debe ponerse en contacto con el Teléfono cuando
sospeche que un niño ha sido víctima de violencia sexual.